El otro día me llegó el email para recordarme que teníamos que renovar nuestra marca comercial.
10 años ya….e inevitablemente, echas la vista atrás.
Desde luego no estamos donde creía que estaríamos en el business plan que hice en 2012 cuando presenté el proyecto a ENISA; o en los de 2014, cuando levantamos nuestra primera -y casi única- ronda de inversión. Pero, resulta que empiezo a estar donde yo, personalmente, quería estar hace 10 años, aunque en ese momento no lo supiera.
De aquella jovencita -aparentemente- segura de dejar la profesión para la que había estudiado (arquitectura) queda muy poco.
En realidad estaba aterrada, significaba salirme de mi zona de confort y la ansiedad se apoderó de mi. Sin dudarlo, mi mayor lucha fue esa, pero eso es otra historia.
Me atrevo a decir que estos 10 años se han llevado de mi lo malo (la ansiedad, la soberbia, la intransigencia), han dejado lo bueno (creatividad, tenacidad, ganas de aprender) y han permitido que se fuera gestando lo mejor: tranquilidad, flexibilidad, confianza, libertad, humildad.
Ahora sé que me encanta emprender: Crear, probar, optimizar.
Ahora sé más; sé lo que me queda por saber todavía más; pero sobre todo me conozco mejor y sé lo que necesito para estar bien personalmente y para sentirme realizada profesionalmente.
No soy una emprendedora de acumular rondas de inversión. Soy una emprendedora de crear soluciones que aporten valor a mis clientes o usuarios.
10 años dan para muchas historias. Muchas ilusiones, muchos fracasos, mucho «hasta aquí», mucho, «venga vamos a probar esto otro». Un constante de «tenemos dinero hasta…». Momentos muy desagradables, momentos de subidón, momentos de vamos a comernos el mundo y momentos de, pues va a ser que no.
Pero sobre todo, momentos de crear, que ha sido el ADN de Plan Reforma, de mi, desde sus inicios.
Y todo eso te enseña que cuando te enfocas en lo importante, que es en hacer bien el ahora (ajustar costes, optimizar embudos de conversión, aportar valor a tus usuarios) todo irá bien. Focus, focus, focus.
Siendo ahora consciente de que todo madura a su tiempo y que a veces, por más que quieras correr encima del agua, es imposible: Hay que nadar a contracorriente hasta llegar a la orilla y allí, coger impulso para correr.
Vamos a por esta nueva década en un momento en el que el sector de la construcción está más maduro. Y aquí estamos nosotros llegando a la orilla para coger impulso para los próximos 10 años.
En este camino no he estado sola, mucha gente ha sido importante y determinante, de una forma u otra en que pueda estar hoy aquí celebrando este 10ª aniversario. Aquí algunos, pero no todos.
- A mi padre y a mi madre, por creer siempre en mi y por ayudarme al más puro estilo FFF.
- A mi segunda madre por recomendarme que siguiera «hasta el final» al más puro estilo, «de perdidos al río».
- A Anna Llurba, por ser mi primera mentora, confidente y amiga. Infinito apoyo personal y laboral, al más puro estilo Maestro Miyagi.
- A mis psicólogas Anna y Janine, que cada una en su momento, me ayudaron, sin duda, a estar en paz y sacar lo mejor de mi.
- A Álvaro Vélez, el alma técnica de Plan Reforma, por ser siempre ordenado al más puro estilo «Mejor imposible» y materializar mis invenciones.
- A Sergio Soro porque no debe ni ser consciente que ese excel que me hizo para gestionar la tesorería, generar un balance y un PyG…lo sigo usando a día de hoy.
- A Marc Nebot por creer tanto en mi y en mi proyecto y empujarlo, siempre.
- A Guillermo Marqueta-Siibert, por haber estado a mi lado apoyándome, ayudándome y dándome su opinión profesional y abrirme muchas puertas.
- A los inversores, por ayudarme económicamente y por hacerme crecer y madurar, en las buenas y en las malas.
- A Mario Sorín, uno de nuestros primeros clientes profesionales.
- A Schneider Electric uno de nuestros primeros clientes «grandes».
- A todas las personas que han trabajado o siguen trabajando en Plan Reforma. Cada una de ellas aportó o sigue aportando su granito de arena a digitalizar el mercado de las reformas.
- A mis mejores amigos.
Gracias a todos y gracias Plan Reforma por hacerme crecer tanto personal y profesionalmente.
Seguimos.